Maickel Melamed: el último fue el primero en el maratón de Nueva York
En Twitter y Venezuela, el triunfador del maratón de Nueva York no fue Geoffrey Mutai, pese a llegar el primero a la meta y correr la prueba más rápido que nadie antes en el mundo. El keniata acreditó 2:05:06 un tiempo ocho veces más rápido que Maickel Melamed, venezolano de 36 años aquejado de una extraña enfermedad que le imposibilitaba totalmente el movimiento desde que llegó al mundo con el cordón umbilical rodeándole fatalmente el cuello. Esa persona, inicialmente condenada a no poder mover ni el más leve músculo de su cuerpo, domeñó ayer a pie los 42 kilómetros y pico del maratón más famoso del mundo.
Nadie excepto Melamed lo hubiera imaginado años atrás. Empleó 16 horas y media en una batalla que excepcionalmente empezó para él a las 8 de la mañana del pasado domingo.
En verdad, la aventura del criollo había comenzado casi cuatro años atrás, cuando este economista y ya héroe nacional decidió demostrar al mundo que no hay imposibles cuando existe una determinación poderosa. “Nada es tan grande como para no intentarlo”, fue el lema que le movió para atacar un muro permanente, desde el primero al último metro. Anoche fue Trend Topic mundial, lo que viene a ser el mayor centro de atención de la red Twitter durante varias horas.
Por si Maickel no tuviera bastante con su discapacidad motriz, la organización del maratón neoyorquino le denegó el dorsal el año pasado, alegando cuestiones burocráticas y físicas, obstáculos que Melamed fue derribando uno a uno hasta llegar a la meta de Central Park durante la pasada madrugada. Al menos 300 espectadores, en su mayoría Venezolanos, le esperaban junto a la meta para recibirle. Nunca llovieron tantos flashes a esa hora en el parque, y nunca había sonado el ‘Gloria al bravo pueblo’, himno de Venezuela, de forma tan emocionada en el corazón de la manzana. También le arropaba una numerosa representación de los Amigos de Proniño, entre ellos el presidente de Telefónica Europa, José María Álvarez-Pallete o el atleta Chema Martínez, que horas antes también habían completado la misma distancia.
El perdedor de la historia
La del domingo pasado fue una jornada maratoniana que también vivió el penúltimo clasificado de los 42.000 participantes del Maratón de Nueva York, un anciano que pasó bajo un arco sin cronómetro con una marca superior a las 14 horas, apenas un par de horas antes que Melamed. Se llama Antonio porque así lo llevaba impreso en su camiseta, pero nadie conoce su apellido, ni su historia ni su causa. Nadie le esperaba y hasta el momento no aparece entre los ‘finisher’. El anciano italiano llegó apoyado de un hombre que dicen que pasaba por ahí y que le ayudó a cumplir el sueño de su vida. El recibimiento que recibió fue accidental, porque los honores eran para el venezolano. Llegó, saludó al público prestado y se fue a buscar un taxi, sin medalla en el cuello. Antonio tuvo la desgracia de que Melamed le arrebatara la última plaza de la clasificación, por lo que su anonimato formará parte de la leyenda del Maratón de Nueva York.
(Tomado de EcoDiario)
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